Yo respire una vez tu aroma a sabiduría, yo camine una vez tras tus pasos cuidadosos y menospreciadores de la juventud, yo una vez sufrí la perdida de la vergüenza al intentar darte un beso en la cara y verme forzado a besar tus dulces y blandos labios, yo una vez sufrí la descarada riqueza de la vejes en mi trasero cuando osabas peñiscarlo sin siquiera una pizca de timidez, yo una vez pedí tu bendición y me sentí alegre de ser bendecido por tu amor, yo una vez me sentí feliz de verte, abrazarte y creo que como todos, yo una vez me sentí amado por ti, yo una vez recordé tu existencia y valore tus consejos cubiertos de sonrisas y juegos, yo me sentí maravillado una vez por tu simple forma de ser, de mirar, de reír…yo una vez jugué a la escoba contigo y como todos PERDÍ, yo una vez quise ser mejor gracias a tus caricias y alegría de verme, yo una vez te vi bailar, yo una vez te vi dejar sobras en el plato porque el no hacerlo era mala educación, yo una vez me sentí maravillado por la forma en como tomabas te o usabas la servilleta, yo aprendí una vez que no importa si se tiene mucho o se tiene poco lo importante es nunca dejar de ser original, como tu, nunca dejar de ser uno mismo, nunca dejar de ser caballeroso y educado, yo una vez te ayude a caminar aunque realmente eras tu la que nos ayudaba a caminar a todos con tu sola presencia, yo una vez reflexione sobre la vida y entendí la fuerza que tenias en la familia como pilar, matriarca coqueta y eternamente joven, yo una vez quise ser como tu, yo una vez reí junto a ti doblando bolsas, yo una vez sentí que nada es para siempre, yo una vez entendí que nada es imposible, yo una vez creí verte caminar tras de mi, yo soñé una vez contigo, yo respire una vez tu aroma a amor y sabiduría. Gracias por transformar esa simple “vez” en vida.
Para Meme. (Q.E.P.D.)
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