sábado, 23 de junio de 2007

Disparo


Carcajadas llegan a mis oídos al viajar en un sendero desconocido, quien sabe de donde vendrán, mas solo se que es el viento el que las motiva a reír y a moverse entre los árboles que me rodean y penetrar en mi mente provocando extrañas sensaciones de desatinos pasados. Ahora que ya no se puede hacer nada o que las cosas que se pueden hacer significarían dar pasos atrás en la oscuridad de mi espalda, quizás sea el temor a lo desconocido, a que dicho paso a tras no signifique volver a lo mismo si no descubrir cosas nuevas, ¿Quién dijo que si retrocedes siempre veras lo que ya viste?, ¿no es verdad que un buscador siempre vuelvo sobre sus pasos para encontrar lo perdido, y aunque muchas veces su búsqueda fracasa, mas siempre encuentra algo nuevo y divino?, ya pensando nuevamente en el futuro dichoso del trabajo me esmero en que mi camino sea mas ligero y libero parte de la carga que llevo sobre mi espalda. Sigo solo en este desierto arbolado, florecido e iluminado por los pocos rallos de luz que se cuelan entre las hojas de los árboles y golpean mi rostro sin previo aviso, me pregunto cuando dejare de sentir frío en mis manos, en mi cara, en mi espalda, en mis labios, me pregunto cuando será el día en el que pueda caminar descalzo y desabrigado como los dueños de las rizas que llegan a mis oídos. Poco tiempo le he dedicado ciertamente a los ejercicios corporales, mas solo he intentado fortalecer mi mente con el solo fin de enfrentarme a esta algún día y vencerla, al fin, pocos son los que entienden lo que ago con mi mente, mas los que entienden temen ser vencidos por una mente mas fuerte y no me acompañan en mi viaje, la carga se hace cada día mas pesada, y así mismo cada vez que me deshago de la misma, no me siento mas liviano si no mas pegado a la tierra viva, será quizás que los trozos de alma muertos pesan mas que los que se encuentran con vida, y se aferran a estos últimos como niños gordos y obesos deseosos de recibir cariños para sentirse por un solo momento queridos, vivos.
Salto de párrafo en la historia que nadie lee, salto de esperanzas y sueños en la vida que nadie vive, mas me dedico a sobrevivir las dificultades del camino, me dedico a vencer a mi mente y con esta ayudar a mi corazón a ser nuevamente libre. Me pregunto nuevamente si realmente deseo ser libre, o prefiero lo más fácil o difícil quien sabe, me refiero a la sensación de sentirse esclavo de un sentimiento y hacer todo lo que dicho sentimiento desee, mas aun, hacerlo con una sonrisa en la cara y demostrar a todos lo feliz que eres siendo esclavo. Me visto nuevamente tras la oscuridad de la noche, tras unos arbustos a media altura que permiten algo de privacidad en este desierto arbolado, me visto tal cual vagabundo se viste en las calles de la selva de concreto, me visto con ropas extrañas y con esa vieja mochila de cosas cargada a mi espalda, camino por un nuevo camino hacia quien sabe donde. Ahora es cuando debo provocar un cambio, los vientos se muestran en mi contra, eso es favorable para mi persona, la lluvia moja mi cuerpo y mi carga, haciendo a esta ultima mas pesada de lo que era, de todas formas me animo de nuevas energías y corro sin saber mi destino. Me muevo ligeramente por entre mis amigos, la lluvia y el viento frío, y disparo a blancos inexistentes nuevas muestras de esperanzas.